La economía hispanoamericana se basó en lo que se llama pacto colonial: las posesiones americanas proveían a España de metales preciosos y materias primas (en especial, cultivos tropicales, como el tabaco, el cacao, el algodón o el azúcar, que no podían producirse en Europa) y recibían de su metrópoli diversos productos elaborados. Pero el problema era que España, que tenía una producción artesanal poco desarrollada, debía adquirir en el exterior las manufacturas que necesitaban sus colonias. Entonces, el oro y la plata americanos terminaban en manos de Holanda, Inglaterra y Francia, que elaboraban esos productos.
En el intento de aprovechar con exclusividad las riquezas americanas, España, al igual que otras metrópolis europeas les impuso a esas colonias la obligación de comerciar únicamente con ella. Este sistema comercial, llamado MONOPOLIO, fracasó rotundamente, ya que fue burlado por el contrabando.
La explotación económica se centro en la minería, la agricultura y la ganadería.
Comercio colonial americano con Europa
Comercio colonial americano con Europa
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